La crises de la eurozona

Mariano Rajoy comparece tras el Consejo Europeo, el 2 de marzo. / HORST WAGNER (EFE)

Lo que siempre me ha interesado de la política mundial es el hecho de que somos interrelacionados aunque tenemos etnicidades, nacionalidades, religiones y culturas distintas.  Las decisiones de no sólo lideres políticos sino también las del consumidor cotidiano afectan cómo funciona la máquina global. 

Pues este hecho no se puede exhibir mejor que en la crises de la eurozona. Aunque es evidente que hay problemas malísimos en este región del mundo, no es fácil entender para nada. 

Según este articulo de The New York Times, unos lideres prominentes de Europa habían reunido para discutir más los temas de la reducción del déficit.  De acuerdo con el reporte, el primer ministerio de España Mariano Rajoy dijo que no podría reducir el déficit de su país al 4,4% de su PIB (Producto Interno Bruto—en inglés se dice GDP o Gross Domestic Product).  La Unión Europea ha convenido con un porcentaje del 3% de PIB para el déficit público de un país.  Pero lo mejor que pueden realizar los lideres del Partido Popular es 5,8% en el año 2012. 

Esto no quiere decir que los líderes españoles están gastando el dinero para apoyar más programas públicos u otras cosas así.  En realidad, según artículos así, están cortando muchos servicios—la calificación en las universidades en este caso específico. (Además, recuerdan que el paro de los jóvenes es casi 50%.) Qué lástima que estén eliminado programas públicos mientras no puedan reducir su déficit. 

Eso no tiene sentido.  Y eso va a empeorar las economías de países como España en la eurozona porque no está promoviendo el crecimiento económico ni el empleo. ¿Pero por qué lo están haciendo así?

Es porque los que distribuyen el dinero son alemanes.  Y es porque así se creció la economía alemana después de la caída del muro Berlín.  Sus policías eran más conservadoras porque podían permitírselo.

Pero así no es la economía española.  Es mucho más diferente y sus burbujas ya han ocurrido.   

Y aunque los datos mencionados son muy graves para la economía española, la verdad es que su inmovilidad afecta más que la península ibérica. Afecta la clase media en Bayer. Importa al votante andaluz. Y, sobre todo, afectaría a casi un continente entero por unos décadas si no se pudiera resolver.  

Lo difícil que es gozar de buena salud

Mira hombre—que la vida está llena de retos y el sobrellevar de estos desafíos. Aunque queremos hundirnos en la cama caliente, nuestro despertador aún (con mucha dificultad) nos despierta. El examen que antes era dificilísimo se convierte en un juego de niños. El partido ante Real Madrid nos manda a prepararnos para ganar una victoria abrumadora. Con respeto a todo en la vida—hay que superar.

Pero siempre es difícil identificar los desafíos específicos en nuestra existencia cotidiana y explicarles a los demás. Pero para mí, el reto más difícil en mi vida era cuando yo bajé de 85 libras hace 2 años

¡Condeno a la violencia--pero la acepto en contra de los dulces!

Cuando les digo a otras personas que yo perdí 85 libras, están muy sorprendidas. –¡No puedo imaginarte con 85 libras más! ¡Que es mentira!—me dicen. Pero no—es verdad. Con 85 libras más, yo nunca hacía ejercicios y siempre comía lo que quería. No podía correr una milla sin pausar para respirar. Tenía la autoestima baja, para decirte la verdad, y no me sentía saludable para nada. Después del año freshman, por fin yo decidí cambiar mi vida. Como la mayoría de la gente que está con sobrepeso, yo intentaba perder peso muchas veces—pero nunca había tenido éxito. Pero esa vez era diferente porque hice una decisión que cambiaría mi vida para siempre.

Sobre todo, yo sabía que las dietas de modo no funcionarían para mí. Yo quería cambiar mi vida para siempre—no sólo para un mes. Empecé a leer libros y más libros sobre la alimentación. Estudiaba todo sobre calorías, grasa, proteína y también los efectos en el medio ambiente que causan mis decisiones gastronómicas. Con esa nueva información, cambié mis hábitos de comer. Dejé de beber el soda, de comer carbohidratos simples y de comer sin pensar. Empecé a cocinar para mí misma y aquí nació mi pasión para el cocinar. Además, empecé a usar nuestra cinta de correr porque corría 2 millas cada día.

Haz tus ejercicios para tí--no hagas caso a los demás

En 6 meses, se fueron las 85 libras. Sería una broma si yo dijera que era fácil bajar de tanto peso. Pero siempre he sostenido que cada uno puedo lograr a esta meta. La cosa más difícil, opino, es mantener a este estilo sano de vida.

La verdad es que la guerra nunca acabará. Aunque como lo que quiero, es difícil controlarme a veces. ¿Pero cada uno comete errores, no? Pero sé que me siento mejor cuando como algo que no empeora el medio ambiente y mi cuerpo. A veces no quiero levantarme muy temprano para hacer ejercicios, pero sé que me siento mejor cuando he esforzado mi músculos y mi corazón.
Bueno amigos, espero que les haya gustado mi historia. Espero que ustedes puedan tener éxito en lo que quieran.